La personalidad determina el estilo de liderazgo. A pesar de que puede haber diversos tipos, y muchos de ellos pueden ser efectivos, hay ciertas características de base que son críticas para lograr el éxito como líder. Además, las necesidades puntuales del contexto influyen determinantemente en los requerimientos de personalidad de una persona en posición de liderazgo.

Hogan emprendió un camino investigativo estructurado para identificar cuáles eran las características de personalidad determinantes para un líder eficiente en América Latina. Nuestras necesidades contextuales como región demandan fortalezas muy específicas. Aquí te contamos cuáles son los grandes hallazgos de esta investigación.

Para empezar, hay tres aspectos fundamentales a tener en cuenta relacionados con la personalidad: las fortalezas, las características “riesgosas” u “oscuras” y las principales motivaciones (lo que nos mueve a actuar). A través de meta-análisis, focus groups con expertos en toda América Latina y un profundo estudio del rol de líder en nuestro contexto, Hogan determinó la composición “deseada” de estos tres factores de personalidad para un líder verdaderamente exitoso (aquel que logra el desarrollo personal y profesional de su equipo y a su vez lleva los resultados de la organización a otro nivel).

A raíz de esta investigación surgió Hogan Latam Leader, la primera prueba psicométrica que identifica el nivel de ajuste de un líder a las necesidades puntuales del contexto de América Latina.

Revive aquí el webinar de Lanzamiento de los hallazgos de esta Investigación.

Los hallazgos:

Las fortalezas o “Potencial”

Dentro de las características positivas que debe demostrar un líder en América Latina, se resaltan las siguientes:

  • Mantener una actitud ecuánime bajo estrés o presión: es una característica fundamental dado el entorno volátil, incierto, cambiante y ambiguo en el que, permanentemente, está nuestra región.
  • Demostrar autoconfianza y energía. Un líder debe inspirar la confianza necesaria para dar seguridad a sus colaboradores en los entornos difíciles. Así mismo, debe mostrarse enérgico en el día a día, con la capacidad para resolver los problemas cotidianos.
  • Fomentar la sensibilidad por los otros y demostrar habilidades sociales. Resulta determinante que un líder demuestre interés por el ser humano, entendiendo a la persona en su complejidad. Debe poseer buenas capacidades para relacionarse con otras personas para así lograr una influencia positiva.
  • Buscar educación continua y oportunidades de aprendizaje para sí mismo y para sus colaboradores. La rapidez del mundo actual y las grandes necesidades de nuestra región hacen necesario un enfoque de aprendizaje rápido, así como el criterio para “des-aprender” los conocimientos obsoletos.

Los aspectos negativos de la personalidad que debe mitigar (o, simplemente, no poseer) un líder para enfrentar el contexto de la región, deben permitirle demostrar estos comportamientos:

  • Aceptar el cambio y mostrarse decidido. Los líderes reticentes al cambio tendrán muchos inconvenientes al momento de virar el timón ante la necesidad de nuevas estrategias.
  • Mantener un equilibrio entre la independencia y la interdependencia. Es fundamental que los líderes de este contexto logren balancear la capacidad autónoma de toma de decisiones, pero a la vez estar verdaderamente integrados con sus colaboradores y conectados con la realidad del negocio.
  • Disposición al desafío. El status quo es el peor enemigo de los líderes actuales. Por tanto, estos deben estar dispuestos a desafiar lo conocido, lo tradicional e, incluso, a la misma autoridad, por medio del pensamiento crítico una adecuada sustentación en datos, hechos y cifras.

Control de los Retos o “lado oscuro”

Los valores o motivadores

La investigación de Hogan arrojó cuatro puntos claves en cuanto a aquellos elementos a los que los líderes deben dar importancia para tener un buen desempeño en el contexto de mercado Latinoamericano:

  • Valorar ser una figura de autoridad y tener influencia: es determinante que un líder logre transmitir fortaleza y presencia.
  • Tener alto sentido de pertenencia: a pesar de ser una autoridad, el líder debe lograr ser parte del equipo.
  • Valorar ayudar a otros: es muy importante que el líder tenga el interés y la sensibilidad por ayudar a los demás.
  • Equilibrar la tradición y la innovación: debe respetar la historia de la organización, así como la razón de ser de su estado actual. Sin embargo, debe ser cuidadoso en mantener este respeto en equilibrio con la innovación e, incluso, la disrupción.