* Esta es una publicación escrita por Jennifer L. Tackett, Ph.D., profesora de psicología en la Universidad Northwestern, y Melissa Kaufman, directora ejecutiva de The Garage en la Universidad Northwestern. Este artículo se publicó originalmente en Psychology Today.
Las empresas han utilizado durante mucho tiempo la poderosa información contenida en las evaluaciones de personalidad para facilitar el desempeño y los resultados del liderazgo. Comprender la personalidad de un individuo, o sus características únicas de ser, puede ser útil cuando se busca identificar a aquellos que pueden ser adecuados para los roles de liderazgo, así como para mejorar el desempeño y los resultados de aquellos que ya tienen roles de este tipo.
De las pruebas de personalidad disponibles para estos fines, la Serie de Pronósticos de Liderazgo de Hogan (LFS) es, de lejos, la medida científicamente más sólida y, por lo tanto, la mejor alternativa para facilitar resultados y predicciones cuantificadas. Dado esto, no es sorprendente que estas evaluaciones son utilizados por más del 75% de las empresas Fortune 500 y se han utilizado ampliamente para la selección y el desarrollo de liderazgo en los niveles más altos. Sin embargo, lo sorprendente es que se sabe muy poco sobre cómo podrían generalizarse a otros tipos de contextos empresariales, como el espíritu emprendedor. Nos propusimos abordar esta pregunta innovadora e importante: ¿somos capaces de identificar aspectos clave de la personalidad que podrían caracterizar a los emprendedores exitosos?
En un proyecto de investigación en curso que se centra en esta cuestión, hemos recopilado datos de 26 emprendedores exitosos hasta ahora (la recopilación de datos está en curso y estamos buscando activamente emprendedores exitosos interesados en participar en el estudio). Incluso a partir de esta muestra inicial, podemos identificar algunas características clave de la “Personalidad del Emprendedor Exitoso” (PEE).
Los Hallazgos
En términos de rasgos de personalidad, o esas características que definen cómo las personas suelen ser en el día a día, el PEE es alguien que probablemente sea muy ambicioso y sociable. Los individuos ambiciosos tienden a demostrar altos niveles de autoconfianza, identificación como líder, competitividad y energía. Los individuos sociables tienden a mostrar una alta necesidad de interacción social y tienden a disfrutar de situaciones sociales como reuniones de grupo y fiestas. Tiene sentido que nuestro PEE puntúe alto en ambos aspectos: estas características probablemente sean muy adaptables en el mundo de las startups y del ritmo rápido en el que el éxito también depende en gran medida de la interacción interpersonal (por ejemplo, hablar con los clientes y generar networking o presentar un proyecto a posibles inversores).
Aún más dramático que los altos puntajes de ambición y sociabilidad, sin embargo, es lo que parece ser el rasgo por excelencia de PEE; de lejos, la abrumadora mayoría de nuestros emprendedores exitosos tenían muy bajo el rasgo de personalidad etiquetado como “Prudencia”. La alta prudencia refleja el grado en que un individuo es concienzudo, confiable, estructurado y sigue las reglas. ¿Cómo entendemos entonces nuestro PEE de baja prudencia? El líder emprendedor de gran éxito es un tomador de riesgos, piensa fuera de la caja, empuja, gira rápidamente, y cuando innova, el cielo es el límite.
Algunos de nuestros otros rasgos de personalidad no parecían necesariamente caracterizar el PEE. Sin embargo, no solo miramos los niveles de puntuación de los rasgos generales en todo el grupo, también estamos interesados en la variabilidad, es decir, hay algunos rasgos que son tan variables en nuestra muestra que apuntan a que, a veces, tener una puntuación alta podría funcionar para un emprendedor, mientras que otro lo logra a través de una puntuación baja en el mismo rasgo.
Dos rasgos como este en nuestros datos, fueron la Estabilidad Emocional y la Sensibilidad Interpersonal.
La Estabilidad Emocional refleja la medida en que alguien tiende a mantenerse tranquilo, calmado y sereno y no reacciona rápidamente al estrés (en comparación con puntajes bajos, que tienden a responder más rápidamente a las amenazas en el entorno y manifiestan estrés). En nuestra muestra de emprendedores exitosos, encontramos que tanto los niveles altos como bajos de este rasgo pueden resultar en un líder emprendedor exitoso, pues pueden ser bastante adaptables en ciertos contextos: la capacidad de detectar rápidamente un problema en un nuevo prototipo de producto o de activarse cuando se le presenta una retroalimentación altamente negativa de un grupo de enfoque temprano, puede permitir que el empresario exitoso pivote más rápidamente, para movilizar los recursos necesarios para corregir errores y, en última instancia, conducir a un lanzamiento más exitoso.
El otro rasgo que mostró este tipo de variabilidad, con algunos de nuestros empresarios exitosos con una puntuación muy alta y otros con una puntuación baja, fue la Sensibilidad Interpersonal. Las puntuaciones altas en este rasgo suelen describir a las personas que son empáticas, cálidas y confiadas. Mientras que los puntajes altos pueden ser útiles en ciertas situaciones – puede ser más fácil para los líderes con un nivel alto en esta dimensión comunicar el cuidado de los subordinados y ganarse su confianza y lealtad a cambio – los puntajes bajos también pueden facilitar un comportamiento de liderazgo efectivo. Por ejemplo, pueden tener más éxito en tareas interpersonales desafiantes, como entregar comentarios críticos o incluso despedir a un colaborador, que son fundamentales para el éxito final de una empresa.
Estos primeros hallazgos sugieren que puede haber algunas formas en las que los empresarios exitosos son en gran medida similares (alta Ambición y Sociabilidad, y poca Prudencia) y otras áreas en las que ser alto o bajo podría conducir a un resultado exitoso, quizás dependiendo de una combinación de factores.
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